Actualmente hay propuestas de nuevas ciencias y tecnologías forenses, que surgen con la necesidad de aportar más elementos probatorios, que con antelación, no se lograba.
Pero en nuestros tiempos, los peritos están adoptando estas ciencias y tecnologías e incorporando a beneficio del esclarecimiento de un hecho delictivo, El desarrollo de las ciencias permite que los expertos forenses tengan las herramientas necesarias para el examen del indicio o evidencia que ha sido localizado en un lugar del hecho, así como, de reforzar disciplinas o ciencias que han estado estancadas por la fundamentación experimental, como es el caso de la identificación de trastornos mentales o enfermedades neurodegenerativas, donde las neurociencias observan, estudian y analizan las diferentes manifestaciones cerebrales ante determinados estímulos, así como, también conocer las áreas cerebrales que están involucradas en ciertas funciones cognitivas con el fin de poder determinar, si estas alteraciones son causadas o contribuyen de actividades o comportamientos que puedan propiciar una conducta delictiva.
Por otra parte la genética con el fenotipado permite identificar las características físicas como: color de pelo, color de piel, color de ojos, entre otras características de los probables responsables de un delito, aunque con ciertas limitaciones debido a los impedimentos jurídicos, como el derecho a la privacidad de la información personal. La criminología genética que busca la relación de los componentes biológicos con la conducta, la búsqueda de genes relacionados a la conducta antisocial se ha vuelto un campo científico de reciente mención, ya que se han establecido algunos genes como el gen DISC1 que se encuentra asociado a la esquizofrenia, la psicosis afectiva, variaciones en el tamaño del hipocampo y alteraciones en las funciones cognitivas, pero que, no solo depende de un factor endógeno, sino que, su consideración debe ser multifactorial, tomando en cuenta los diversos factores exógenos como factores que detonan la conducta antisocial. Si bien, surgen ciencias o tecnologías forenses que desprenden alternativas a resultados que se acercan a establecer la comisión de un hecho delictivo, pero que, en algunos casos, presentan problemas jurídicos que restringen su uso.
Por otra, parte hay áreas forenses que se encontraban limitadas por ejemplo: el diagnóstico del intervalo postmortem que se basaba en los fenómenos cadavéricos y su evolución de forma lineal con el tiempo, como las livideces y la rigidez que nos aportan datos para establecer el tiempo transcurrido después del cese de las funciones vitales con rangos de tiempo muy grandes, pero hoy con apoyo de la genética forense se puede determinar por el grado de degradación del ADN y ARN el tiempo transcurrido de muerte, acortando el rango de tiempo a un par de horas a diferencia de la exploración física o de considerar los factores ambientales que aceleran o retardan la descomposición cadavérica. Ahora bien, si abordamos una tecnología como la fotogrametría que es una herramienta que permite escanear el lugar del hecho o de un individuo y procesar la información para poder obtener datos de profundidad, dimensiones, distancias y rasgos, ya que las imágenes 2D que obtiene al ser procesadas en un software, éste las convierte las imágenes en objetos 3D, lo que facilita la obtención de datos y permite dar una clara ilustración al juzgador sobre la perspectiva del hecho delictivo.
La evolución de las ciencias y la creación de nuevas tecnologías recae en la facilidad de trabajo en cada área de competencia forense, sin embargo, su incorporación y utilidad se minoriza por la deficiencia de los sistemas de administración de justicia, no cabe duda que las ciencias forenses son la gran referencia para conmutar una sanción a través del examen de los indicios y evidencias, ya que aportan elementos objetivos que relacionan la conducta entre el victimario, la víctima y el lugar de los hechos, sus avances tecnológicos y ciencias de reciente creación deberán ser priorizados por los sistemas de administración de justicia por su positivo resultado derivado de metodologías y que son reproducibles una y otra vez, haciendo de las ciencias forenses en general una herramienta útil en la demostración de los fenómenos resultados de las conductas delictivas.
