Balística Interior

  • Por Equipo Expresión Forense
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  • 18 abril, 2022
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  • Balística
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La balística interior es la rama que estudia la forma en la que energía en reposo contenida en el propolente se libera y se convierte en en energía cinética de un proyectil. Existen tres pasos en el proceso de la conversión de la energía, que ocurren dentro del cañón:

a) La pólvora se descompone y se forman productos gaseosos, al mismo tiempo se libera gran cantidad de calor por la combustión del propelente.
b) Las grandes cantidades de calor originan altas presiones en la recámara del arma, obligando a la bala a desprenderse del casquillo iniciando su movimiento.
c) La acción provocada por la presión de los gases empuja el proyectil en la dirección de menor resistencia, esto es, hacia la salida de la boca del cañón y, la reacción se traduce en el retroceso del arma.

En el primer paso podemos decir que hace referencia a un fenómeno químico, el segundo se trata de un fenómeno térmico - dinámico, y el tercero es un fenómeno físico. Por lo tanto se le denomina arma de fuego, a los artefactos que emplean la combustión de la pólvora para propulsar la balas y, en este sentido, la balística interior atiende los factores químicos y físicos que intervienen para que el proyectil sea expulsado del arma.

Cuándo se efectúa un disparo, se presentan varios procesos que describen las diferentes fases que ocurren en fracciones de segundo en el interior del arma, ba continuación se explican estás fases en el caso de una pistola semiautomática:

1) Percusión: cuando el cartucho se encuentra alojado en la recámara del arma y encontrándose herméticamente cerrada por la corredera el usuario ejerce suficiente presión sobre el llamador para que sean liberados los mecanismos de percusión.
2) Iniciación del pistón: la mezcla fulminante reacciona al aplastarse el recipiente que la contiene produciendo la llamarada que se transfiere a través del orificio de destello al interior del cartucho.
3) Combustión del propelente: consiste en el quemado paulatino de los granos de pólvora, donde la rapidez depende la forma y tamaño de los mismos originando un incremento progresivo de la presión y un aumento en el volumen de los gases.
4) Movimiento del proyectil: en forma instantánea la presión de los gases produce una dilatación del casquillo ocupando todo el espacio disponible de la recámara en el cañón, al mismo tiempo, el proyectil se desprende del castillo iniciando su movimiento frontal para ingresar al ánima del cañón.
5) Ocupación del rayado: el impulso obliga el proyectil a incrustarse en el rayado de cañón, cuyos campos se presentan en relieve y que tienden a frenar por fricción el desplazamiento de la bala, aumentando la presión incrementa la velocidad, se inicia la rotación obligada para la forma helicoidal del estriado del ánima.
6) Velocidad del proyectil al vender su propia inercia por los incesantes efectos de la presión el proyectil incrementa su aceleración donde algunos granos de pólvora siguen en el proceso de combustión generando más presión que contribuye a impulsar la bala hasta su salida por la boca.
7) Desalojo del proyectil: Los gases iniciales pasan por delante del proyectil y salen primero del cañón, este fenómeno es conocido como viento balístico, que a su vez crea una depresión en la atmósfera por delante del arma, facilitando la entrada del proyectil, en el espacio libre, que al seguir impulsado por los gases obtiene un incremento de su aceleración alcanzando su máxima velocidad.
8) Expulsión del casquillo: Después de que el proyectil abandona el cañón los gases se liberan en la atmósfera, disminuyendo drásticamente la presión del interior del arma y, el empuje posterior de los gases remanentes obligan al carro a iniciar su apertura.


Octavio Cibrián Vidrio. Balística Interior . En Balística técnica y forense (83-105).
Guadalajara, Jalisco, México : Ediciones la Rocca.