La alcoholemia es la concentración de alcohol en la sangre, la cual se expresa generalmente en mg de etanol/ 100 ml de sangre.
La alcoholemia de un adulto implica, determinar la concentración de etanol en la sangre, la cual es de 8 miligramos/ 100 ml (para los no habituados), de 15-20 miligramos/ 100 ml (alcohólicos moderados) y de 36 miligramos/100 ml (para alcohólicos severos), según la bibliografía.
La dosis positiva de alcohol etílico se produce arriba de los 80 miligramos por decilitro, por lo tanto por debajo de esta cantidad la persona todavía presenta un sano juicio.
La alcoholemia depende de algunas variantes:
•Cantidad de alcohol o de bebida alcohólica ingerida.
•Capacidad con la que se ingiere la bebida ya que es mayor la velocidad de difusión y por ende, la cantidad de alcohol que pasa por la sangre.
•Las características de la bebida alcohólica que se toma: en preparaciones gasificadas o bebidas calientes su absorción aumenta, por el contrario en las bebidas frías pueden lentificar la absorción.
•Tener el estómago vacío o lleno: la rapidez de la absorción depende de la llegada al intestino delgado para que demore la llegada del alcohol al sitio de la absorción intestinal.
•La edad: Los grupos etáreos menores de 16-18 años presentan menor respuesta al alcohol, mientras los mayores de 65 son más sensibles a sus efectos.
Las fases del alcohol etílico son la absorción, la enzimática de metabolismo hepático y la de excreción a través de la orina, vómito y sangre.
Existen varios tipos de pruebas para identificar la cantidad de alcohol que ingirió una persona, entre ellas está la prueba del alcoholímetro, ésta prueba es presuntiva por lo que produce resultados falsos positivos, ya que determina la cantidad de alcohol espirado en el aire y no en la sangre o en la orina. Cabe mencionar que por esta cuestión el aliento alcohólico no siempre coincide con los volúmenes reflejados en análisis de sangre y orina.
Otra prueba presuntiva es la realizada con la cámara de Conway, misma que se fundamenta en la reducción del dicromato de potasio, el cual se colocan 2 mililitros en el compartimento interno de esta cámara, mientras que en el externo se agrega un mililitro de carbonato de potasio más la muestra cuestionada, finalmente se embona el comportamiento periférico con la tapa y se llevan movimientos circulares durante un minuto. Posteriormente la prueba será negativa si se obtiene una coloración amarilla al centro de la cámara, en cambio será positiva si se obtiene una coloración verde que indica una dosis de 120 a 180 mgrs., por decilitro.
La cámara Conway sirve para detectar la presencia, en criminalística de campo, en orina, sangre, contenido gástrico y humor vítreo. Sin embargo, esta prueba también puede arrojar resultados falsos positivos ya que las coloraciones amarillas, verdosas y azules también se obtienen con otras substancias volátiles como el tolueno, el benceno, acetona, etc.
Es necesario mencionar que existe una correlación entre alcoholemia y estado de embriaguez, la cual está basada en un estudio realizado en el INMLCF, donde se determinaron las siguientes cifras:
•Resultados menores a 40 mg de etanol/100 mL de sangre total, se interpretan como estado de embriaguez negativo.
•Resultados entre 40 y 99 mg de etanol/100 mL de sangre total, corresponden al primer grado de embriaguez.
•Resultados entre 100 y 149 mg de etanol/100 mL de sangre total, corresponden al segundo grado de embriaguez.
•Resultados mayores o iguales a 150 mg de etanol/100 mL de sangre total, corresponden al tercer grado de embriaguez.
Se tiene que aclarar que cualquier metodología empleada para determinar la alcoholemia, debe demostrarse la aplicación de un sistema de aseguramiento de la calidad que incluya aspectos relacionados con la calibración del equipo, la idoneidad del personal que lo opera, el método utilizado y los demás componentes de este sistema.